Todas las escuelas Jesús María en Argentina y Uruguay sostienen proyectos de Integración Escolar desde hace décadas… En nuestro país, los Colegios de nuestra comunidad han sido precursores en el sostenimiento de integraciones. En el transcurso de estos valiosos años de experiencia, hemos vivenciado que la atención a la diversidad, propia de nuestra espiritualidad y carisma, excede los límites de un dispositivo de atención escolar y que, más allá de los procesos individuales de integración escolar, requiere de la construcción de una trama cultural inclusiva.
Por ello, desde el Centro Claudina Thévenet salimos al encuentro de los equipos de educadores y directivos JM a través del Proyecto “Diálogos…”, compartiendo el carisma fundacional y los pilares de nuestra mirada a la diversidad. En Jesús María nos proponemos poner en valor las diferencias individuales, facilitando el desarrollo de la diversidad en nuestros espacios de atención terapéutica, comunitaria y educativa.
Cuál es el objetivo del Proyecto?
Acercarnos desde el Centro Claudina Thévenet a las comunidades educativas JM para facilitar espacios de encuentro, reflexión, divulgación científica y sensibilización para la co – construcción de una cultura escolar inclusiva.
En qué consiste el proyecto?
El proyecto tiene tres etapas: una de “Diálogos previos” en la cual los equipos directivos de ambas instituciones nos vamos acercando, tomando contacto y conociéndonos. En estos primeros diálogos pretendemos ampliar nuestro conocimiento acerca de las ideas, preguntas y recorridos previos en relación a la cuestión de la diversidad y las prácticas inclusivas. Recogemos expectativas y ubicamos la demanda del Colegio en relación a las temáticas a trabajar.
Una segunda etapa, es la de los espacios de diálogos en sí.
Hemos generado talleres, charlas, conversaciones, intercambios y encuentros muy diversos y siempre adaptados a las necesidades e inquietudes de cada equipo escolar.
Al finalizar este hermoso proyecto -en abril 2019- nos hemos encontrado con 54 directivos de diferentes niveles de enseñanza y puesto en diálogo con alrededor de 600 educadores. Y, a través de ellos, hemos podido intervenir en la trama cultural que aloja día a día a más de 6000 familias que conforman esas comunidades educativas.
La atención y valoración de la diversidad en la escuela es un proceso. Un proceso en el cual todos estamos aprendiendo a hacer, resinificando nuestras propias prácticas. Quienes participamos del sistema educativo actual nos hemos formado en recorridos homogeneizantes, normalizadores. El sistema nos enseñó a nivelar, a ir parejos, a llegar a mojones de acreditación iguales para todos. Hay un calendario, tiempos que cumplir, pruebas que pasar. Y todo es del mismo modo, para todos. Porque así aprendimos que debía ser.
Poco a poco, fuimos experimentando que una escuela así, no podía alojar diferencias. Y, al mismo tiempo, comenzamos a aprender que esas diferencias no eran solo de algunos. Que lo “común” es ser diferente. Y que las necesidades educativas son siempre “especiales” porque son de cada uno.
Con eso que fuimos descubriendo aparecieron las preguntas…
Abramos diálogos en los cuales nos permitamos hacer y hacernos esas preguntas…